Saturday, October 29, 2005

LA MICRO



Se sienta a mi lado. La micro está casi vacía y se sienta a mi lado.

Bajo el volumen del walkman y cruzo los dedos. Me quedan muchas avenidas y eso me pone contento.

Miro de reojo. Jeans ajustados. Polera amarilla. Zapatillas negras El movimiento de la micro juega a mi favor. La culpa es de la máquina. No de la rodilla.

Se toca el pelo. Una dos tres veces. Es un signo diría la Carola.

Quiere culiar sentenciaría el Mono. Ni lo uno, ni lo otro. Sólo tenía ganas de tocarse el pelo.

Sube un vendedor ambulante. Sube otro. Y otro. Me ponen nerviosos. Sin querer queriendo, alteran el juego seductor de la locomoción colectiva.

Ahora me toca la rodilla. Ahora yo le toco la rodilla. Este amor nace a punta de rodillazos, pienso.

La micro frena. Todos hacia adelante. Todos hacia atrás. Voltea para mirarme. “Que susto”, dice. “Eh” le digo. Silencio. Silencio idiota. Pierdo uno cero.

Me hago el desentendido. Miro las calles pasar por la ventana. También miro sus piernas por el reflejo. Sé que le gusto. Quiero irme al ataque.

Volteo la cara. “Eres linda”, le susurro en sus oídos. “Si sé”, me dice. Que vergüenza. Dos cero.

Subo el volumen del walkman. Canción llorona v/s tráfico endemoniado. Empate técnico.

Me habla. No la escucho. Mueve sus labios. No la escucho. Me habla más fuerte. No quiero escucharla. Paf!!. Me saca los audífonos a manotazos.

“Tú mamá dice que aquí se bajan”. Vieja de mierda. Pierdo por goleada.

Tuesday, October 18, 2005

ME ENCANTA TODO ESO






Roberto es casado, sin hijos. Vive en Maipú.

Tiene tarjeta Presto, Paris, Falabella, Ripley, Banefe y BCI.

Se compró su casita, tiene su autito, le gustaría realizar un viajecito.

La semana pasada fue elegido el empleado del mes. Su jefe le dice que es un privilegiado. Que no existen los sueños imposibles. Que el cliente Mc Donald siempre tiene la razón. Aparentemente Roberto es un tipo normal. Y feliz. Por lo menos así lo cree el sicólogo de la empresa, su supervisor directo y el Payaso Ronald.

Lo que nadie sabe es que Roberto odia las papas fritas, los mc combos y los sundae de chocolate.

Que se ducha cada noche más de 30 minutos para sacarse el olor a fritura.

Porque Roberto, aunque nadie lo sepa, tiene problemas: Su mujer lo engaña con el vecino. Su padre tiene cáncer. Nunca podrá tener hijos. Se masturba pensando en su prima Celeste. Una vez pensó incendiar el local. A veces le dan ganas de sumergir su cabeza en el aceite hirviendo. Fue él y no Gutiérrez quien introdujo el alfiler en la hamburguesa del niño que casi estiró la pata y que provocó conmoción nacional (1 millón costó el silencio del niño).

Cierto. Nadie lo sabe y nadie lo sabrá. Porque Roberto es un tipo reservado. Que no anda ventilando sus problemas a diestra y siniestra. Como la loca Ramírez o el marica del Sergio.

Porque todos creen que llegó a la empresa hacer carrera. A ganarse todos los títulos de empleados del mes. A conquistar el famoso sueño americano.

Monday, October 10, 2005

CORTE Y CONFESION





Mamita mamita linda déjenos salir no ve que a la Pame se le está poniendo el pelo como paja que no sale ni a la esquina y yo míreme pos mami vio cómo tengo la cara tan fea llena de granos que no respira el sol porque usted y las cosas malas que afuera pasan ...que vemos la tele y ya sabemos esas cochinás que hace la gente pero no las vamos a hacer te juramos mamita que nunca la piel encrispá como erizo ni los ojos abiertos ni tanto apenitas pa cruzar bien la calle y no quedar como gato desparramado (es que usted y los trapos nos van a secar la mente y el pellejo mami que todo el día es la misma cosa comemos y hacemos las tareas en la misma mesa donde usted le corta la falda a la Julita que tiene olor a vieja enferma del riñón y los pantalones a ese viejo gordo que usted no sabe cómo nos mira pero trae la plata justo pa la segunda prueba y la trae toda sin atraso y adelanta cuando mucho es el apuro pero el molde de su trasero encima de la mesa me provoca el estómago porque no se ha dado cuenta que corta el pantalón y él se queda acá mirando y no la observa a usted mamita no mira cómo bien corta usted la tela nos mira a nosotras y una gota de saliva se le cayó ahí en el borde de la mesa y a la noche me tuve que despertar mamita para ir y con cloro limpiar y no poder dormir porque todas las noches soñar que ya son pesadillas con todas las hilachas y el montón de géneros que se me viene encima y el viejo gordo me tapa la boca con los trapos cuando usted pasa la tiza con los anteojos en la punta de la nariz y ni una mosca vuela mientras la mano grasosa de él se esconde debajo de la mesa y del jumper mamita y usted le da a la conversa y la Pame se va a encerrar y no abre la boca pero yo me callo y lo dejo para que no se le caiga del pedestal su mejor cliente.